Segunda estancia en Fontanals Golf Hotel, esta vez sin niños. La situación del hotel es idílica, en el corazón de la plana de la Cerdanya, con un magnífico campo de golf al lado. No es fácil encontrar el camino al hotel desde la carretera de Alp a Puigcerdá (ninguna indicación ni del hotel ni del campo de Golf) Las instalaciones del hotel están bien, sin más. La habitación, correcta. Buen aire acondicionado, cama grande y comfortable y aseo justito. La piscina, muy bien situada en el centro del hotel. No muy grande pero suficiente. Y por la noche tienen un servicio de snack-bar (pizzas, ensaladas, tostadas), muy agradable. Especialmente en verano con una terraza muy buena. Mención especial para el desayuno. No recordábamos que fuera tan malo. De entrada, el salón donde se ofrece el servicio está en el sótano. Lúgubre, inhóspito, muy poco agradable. Tipo buffet pero más valdría hacerlo a la carta por qué todo lo que hay expuesto es flojísimo. Zumo de Naranja, espantoso, directamente de un dispensador. Sólo había opciòn de huevos revueltos, con un bacon muy sospechoso. Pan correcto. Embutidos escasísimos. Bollería industrial. Y el remate, un café horrible. Con lo fácil que es tener una Nespresso !! Era otro dispensador, marca Nescafé, pero el sabor era de todo menos café. Una lástima que un hotel tan correcto como este tenga un desayuno así. Lo desmerece por completo
Eccellente
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