La Caseria

La casa con muy buenas instalaciones y decoración, la ubicación única, es ideal pasar unos días con amigos, niños y pareja. Es una casa rural auténtica, no de las que tienen sólo el nombre y la rehabilitación realizada al efecto. Increíble el trato de los propietarios, Gonzalo es todo un personaje. Sin duda volveremos

Nuestra estancia fue en El Palomar, un pequeño apartamento que forma parte de este bonito complejo. Quizás para dos semanas, podría resultar algo pequeño, pero sus amplias terrazas y el entorno en el que se encuentra hacen que todo se te olvide tras la primera noche. En cualquier caso tiene todo lo necesario para que tu día a día se desarrolle con toda normalidad. En algún momento durante mi estancia, al hablar con Merche, nuestra anfitriona, le comenté que tenía la extraña y hermosa sensación de pertenecer al entorno, como si ya los conociera, como si formara parte de esa hermosa familia que es La Casería. Porque este lugar es eso, es familia, es cariño, es ternura, cordialidad, confianza. Es una buena conversación, es un mar de historias de manos de mi querido Gonzalo. D. Gonzalo Barona. Que gran tipo. De esos de bandera, que a sus ochenta y tantos largos no para de batallar todos los días con las necesidades de este maravilloso lugar. Alguna vez comentamos con su hija Cristina, que muy probablemente el enfado del gallo se debía a que Gonzalo lo levantaba demasiado temprano, jajajajaja. Y que decir de Merche, buaffff menuda relaciones públicas. No me extraña que hiciera Turismo, y no tengo ninguna duda en que Sevilla se perdió una guía extraordinaria. Que buenos ratitos hemos echado recordando otros tiempos y aprendiendo tanto y tanto de vosotros. Desde el primer momento sentimos algo especial, cuando vimos en la casa grande a esa familia de la que emanaba una energía casi mágica, puede parecer raro, pero no más raro que el hecho de que una Licenciada en Psicológia, acabe como Oficial del Registro de Bienes Inmuebles, o arreglando un split simplemente girando un cable. Cristina me encantó hablar contigo, durante esos ratitos libres que El Coronel Gonzalo te daba cancha (es broma amigo mio). Gonzalo hijo, contigo no pudimos hablar tanto, pero eso vino me supo a gloria, seguro que ofreces unos "caldos" de lo mejor. María José, no nos olvidamos de ti, gracias por tu atención y confianza. Eres parte fundamental de toda esta maquinaria.