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12 febbraio 2024
He pasado un fin de semana con mi familia y no me llevo una experiencia de 10. Mis padres fueron los que se encontraron con José, que les entregó las llaves el viernes. Ellos le hicieron entrega del dinero pendiente que teníamos que pagar en un sobre. En este encuentro, José hizo hincapié a mis padres en que teníamos que abandonar la casa a las 12.00h del domingo, porque sino por cada hora de más nos cobraba 10 euros. Le dijo a mis padres que me había informado de ello por teléfono cuando no fue verdad. Yo se lo hice saber a través de un audio, pero él se escudó en que me había mandado un email con la información, pero me podría haber recalcado esto por teléfono. Nos dijo que en los hoteles también había que abandonar las habitaciones a esta hora (pero en los hoteles limpian las habitaciones y te cambian las toallas si quieres cada día y aquí no) y que si queríamos quedarnos más tiempo, teníamos que pagar. No había opción. La casa en líneas generales está decente, pero hay ciertos aspectos a mejorar. Los sofás y los sillones del salón están viejísimos, sucios e incluso rotos. La cocina estaba equipada con platos, cubiertos y ollas, pero no había servilletas y tampoco trapos de cocina. Tan solo puso uno, una cantidad insuficiente para tres días y dos noches que hemos pasado en esta casa rural. Teniendo en cuenta, además, que hay que fregar los platos porque no hay lavavajillas. En cuanto al acondicionamiento. En la descripción de la casa pone que hay calefacción, pero la realidad es que tiene aires acondicionados con bomba de calor, un calor que no llega a ser agradable al 100%. De hecho, llega a notarse mucho la humedad en todas las estancias cuando se apaga. Esto hace que la ropa de cama y las toallas huelan a humedad por la condensación. Las sábanas y las toallas, por cierto, son bastante viejas. La casa está ubicada en el parque de Monfragüe y es una ubicación muy buena, pero la realidad es que es bastante cara para el servicio que luego te ofrece.
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