Complejo Oro Verde

Una boda de lo más desastrosa, la boda fue el 10 de agosto, todo comenzó mal desde el principio. Nos novios tenían cosas contratadas que no les hicieron como por ejemplo a la entrada al coctail tenían un brindis y un corte de cinta, no lo hubo, los invitados tenían que estar en el coctail en mesas altas y un camarero sirviendo,y sin embargo estábamos todos apiñados en una esquina que había que pedir en barra, sin mesas ni nada dónde apoyarse. Respecto a la comida no pusieron lo contratado, pusieron lo que les dió la gana. La mesa presidencial de media luna estaba montada al revés, mesas montadas con un cubierto y una copa solamente, como si de un menú del día se tratara. Los momentos que ellos pidieron con canciones para sus invitados no se las pusieron. Empezamos a cenar a las 9 y pico y a las 2 aún no estaba servido el solomillo. No sacaron cava para brindar ni postre. Los invitados tuvieron que sacarles la mesa al jardín con su tarta y partirla y servir a todos. Porque los camareros y el encargado José Manuel pasaban de ello. En mesas faltó comida y bebida, como vino blanco que cada mesa tenía una marca distinta desde el principio, esto es que no compraron vino sino que pusieron el que pillaron por ahí, y hubo una mesa donde faltó gamba. Todo un desastre. Los refrescos estaban caducados. En fin un desastre todo, es una pena porque el sitio está muy bien para sacarle partido pero no con gente así que lo único que hace es llevarlo a pique. Y fastidiar el día que con tanto esfuerzo les costó a los novios ir ahorrando durante dos años para celebrar el que iba a ser el mejor día de sus vidas y fue sin embargo el días desastroso. Si estáis pensando en celebrar algo en este lugar descartarlo porque todo lo que escriba es poco para lo.mal que lo hicieron todo.

No lo recomendaría ni a mi peor enemigo. Estuvimos en la boda de nuestros amigos y la experiencia fue realmente lamentable en cuanto a los servicios ofrecidos. La pareja llevaba preparando la boda desde hace muchísimo tiempo con toda la ilusión y les arruinaron el que debía ser el mejor día de sus vidas, por no cumplir nada de lo que tenían contratado. Empezamos por el principio: llegamos a las instalaciones donde no había nadie para recibirnos, nadie nos indicó en ningún momento donde estaban los jardines, ni las habitaciones del hostal ni el hotel. Hay un bar (de los mismos dueños) donde la gente fue entrando. Algunos se acercaron a los jardines y les dijeron que no se podía pasar, que tenían que esperar a que prepararan la decoración (no sé muy bien a qué se referían, puesto que prácticamente no había nada). Lo hicieron para tener a todos los invitados de la boda en su bar haciendo consumiciones que tenían que pagar y así se sacaban un buen pico extra por la cara, cuando ya durante todo ese tiempo (entramos a los jardines casi a las 9 de la noche) teníamos que estar en la copa de espera bebiendo y comiendo los entrantes. Tras mucho esperar a que alguien nos atendiera en lo que se supone que era la recepción (dentro del mismo bar), preguntamos por la habitación que habíamos reservado semanas antes, con la sorpresa de que nuestro nombre no aparecía en la lista. No fuimos los únicos, a más amigos les pasó lo mismo, no habían apuntado sus reservas o habían apuntado mal sus nombres. Finalmente y tras mucho esperar nos asignaron una habitación (de pura casualidad, solo quedaban 2 libres). Con cuentagotas y tras avisar nosotros mismos a la gente de que fuéramos a los jardines, allí empezaron a servir cervezas mal tiradas (todo espuma), sin sillas ni mesas para nadie y saliendo solo 3 o 4 tipos de entrantes que se repitieron hasta la saciedad (muchos menos de los que tenían contratados), además en poca cantidad. Camareros inexpertos en su mayoría y con pocas ganas de trabajar. Una vez llegaron los novios, no se hizo lo que se tenía preparado. Pasamos después a comer, habiendo una eternidad entre plato y plato. Tampoco pusieron el postre que había en la minuta, pusieron lo que les dio la gana y todo ya cuando la gente se había levantado a la barra libre, donde la cosa empeoró aún más, sirviendo a la gente refrescos caducados en su mayoría y sin apenas bebidas, teniendo que esperar a que repusieran las botellas de alcohol. Todo eso con malas formas incluso con los novios y sus familiares, que ante la incredulidad de los invitados y como si no hubiera allí un servicio de hostelería contratado tuvieron que sacar ellos mismos su propia tarta, los platos, cubiertos, etc. La música fue otro desastre, habiendo silencios a cada rato, canciones que cambiaban en mitad sin que nadie lo hubiera pedido, publicidad entre canciones por no tener una licencia de Spotify o similares... un auténtico desastre de principio a fin, una estafa. Por suerte la gente que nos aco