Fabiola B
12 novembre 2023
Nuestra estancia de 10 días se puede resumir en una palabra: nefasta. La simpatía de Laura, la dueña, duró solo el día que llegamos. En cuanto abonamos el importe total del apartamento, esa simpatía desapareció. A partir de ahí todo fueron situaciones desagradables. En primer lugar, pedimos ropa para el sofá cama del apartamento debido a que nuestra hija se incorporaba a las vacaciones tres días más tarde. Le pedimos las sábanas anteriormente a la llegada de mi hija y no nos dio nada, hasta que tuvimos que volver a decírselo, dándonos la ropa a las 23:00h de la noche y teniendo que ir a su casa a buscarla. Por otro lado, el servicio del desayuno también fue negativo debido a la falta de profesionalidad de la persona que trabajaba en el bar-restaurante ya que no tenía conocimientos de hostelería sino solo de limpieza. Queremos subrayar que era una chica muy maja y hacía lo que podía y sabía. También destacar, que el comedor estaba siempre lleno de moscas. Mientras, la dueña estuvo desaparecida durante el resto de la estancia y las pocas veces que nos encontrábamos con ella, la mala cara y la poca atención siempre estaban presentes. Podríamos comentar más cosas sobre esto. Por ejemplo, el primer día, nos dijo que si queríamos que limpiaran el baño, solo teníamos que avisarles, y cuando fuimos a decíserlo, dijo que tenía un coste y textualemente nos dijo "es que esto no es un hotel". Fatal el trato. Otro día, mi mujer fue a pedir un secador de pelo y estuvo esperando más de 15 minutos hasta que se lo dieron. El último día de nuestra estancia, le dijimos que el trato había sido nefasto. Intentó disculparse pero el daño ya estaba hecho. Sin duda, no volveremos.
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