Utente ospite
6 aprile 2024
Recuerdo de visitar este hostal hace 22 años, en mis tiempos de Bachiller y sigue igual, ¡tal como lo recordé! Es probable que aquel personal que hubo, aquella señora mayor que vi y aquel bar que hubo, se echen de menos, pero el hostal sigue igual. De entrada, fui bien recibido donde destaco la amabilidad del personal y donde me guiaron sin problemas. La habitación es antigua, armario viejo y la TV demasiado alta para mi gusto, si bien, tiene 2 mesitas de noche y la cama cumple sus expectativas. El baño está reformado y quizás fuese lo mejor del cuarto, con jabones, toallas, mampara de la ducha, secador. Por contra, costaba que saliera el agua caliente si bien al final salía tras dejar caer el agua. También destaco el desayuno continental de 3.50€ que consistió en café con leche (o té), zumo de naranja, 2 grandes tostadas, con loncha de queso, de york y mantequilla, mermeladas, nocilla, aceite, miel. Una buena opción a tener en cuenta. Los puntos en contra del hostal sería que no hay ascensor, por lo que el viajero debe tenerlo muy en cuenta, el mobiliario viejo (aunque el hostal sea encantador por ello) y que las habitaciones pueden pecar de ruidosas. Y bueno, se echa de menos el antiguo servicio de bar aunque en Sevilla por bares no serán. Concluyendo, hostal bien ubicado, a 5m de la catedral, buen precio, personal muy amable pero que el viajero tenga en cuenta todos los contras mencionados anteriormente.
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