Posada El Pucará

Hermoso lugar con amplio parque y excelente vista de las sierras. La habitación amplia y cómoda. Las instalaciones algo falta de mantenimiento y orden, pero fuimos en época baja de escaso movimiento. Se supone que lo mejorarán para la temporada alta.

Excelente estadia en la posada en uno de los inviernos mas crudos y largos que tengo registro. Pero no lo sentimos estando ospedados en las mas sencillas y acogedoradas de sus habitaciones (coloniales). Mejor opcion para este invierno, ya que al salir de las mismas te encontras con una gran galeria cerrada y calefaccionada con una salamdra gigante a leña. Insuperable. Los exteriores hermosos para pasar una tarde relajado al sol con vista al champaqui y compartir un senillo almuerzo al aire libre a la chapa.

El lugar es muy bonito. La infraestructura un poco o nulo mantenimiento. Lo peor es la falta de reacción ante los reclamos. El dueño o encargado, un tal Nicolas (impresentable). Primer día no andaba el deposito del baño. Lo resolvieron atandolo con alambre hasta el otro día que estuvieron 4 horas (toda la mañana sin poder entrar al baño) luego se rompió el picaporte de la habitación. Intentaron repararlo los parqueros. No pudieron. Por la tarde nos quedamos encerrados en la habitación, nos tuvieron que abrir de recepción. Esa misma noche (la segunda) cuando volvimos de cenar no se podía entrar a la habitación, se había trabado la cerradura, la abrió el sereno de una patada voladora, literal, de una patada voladora. Ante el reclamo a Nicolas no quiso, no sólo devolvernos el dinero, y nos fuimos una noche antes, porque realmente estábamos sufriendo. Tampoco nos devolvió el dinero de esa noche. Pagamos 3 noches, dormimos 2. No volvería ni se lo recomendaría a nadie no vayan. Cero responsabilidad empresaria.

Hermoso lugar muy tranquilo con hermosa vista al Cerro Champaqui, ideal para descansar. Buen desayuno casero, las habitaciones muy amplias estilo colonial. Solo faltaría un bar a disposiciones de los huespedes

Excelente todo en la posada, el lugar, la atención, la comida, la habitación. La verdad es que es un lugar para desenchufarse y pasar muy bien. Además el pueblo donde está ubicada, que es San Javier y Yucanto, es muy tranquilo y seguro, con opciones de visitas muy recomendadas a lugares muy cercanos, como puede ser la bodega Piedra Mora, que tiene vinos muy buenos.

Tiene todo lo necesario para pasarla bien. Cerca de todo y con un paisaje que maravilla a toda hora. Las habitaciones son espaciosas, muy confortables y muy bien equipadas. El predio es encantador y muy grande. El personal muy amable y de muy buena predisposición para ayudar a que uno lo pase espectacular. Volví y volveré nuevamente!!