Utente ospite
11 febbraio 2025
Volví al Hotel Milano tras 40 años. Lo han renovado, y por supuesto, las cosas cambiaron pero al mismo tiempo sigue siendo el mismo Milano de siempre, de una familia que da la bienvenida a otra. Uno se siente como en su casa. Por trabajo viajamos con frecuencia y nos alojamos ya en cantidad de hoteles. El Hotel Milano es un hotel con aire a hogar. Todo es agradable: las camas y almohadas, cómodas y por primera vez en un hotel (y eso que este es 3 estrellas) encontré almohadas perfectas. La heladerita de la habitación, excelente. El baño limpio, moderno, con una ducha buenísima. El desayuno es para extrañar cuando volviste a casa: panes, facturas, café riquísimo, jugos, yogur, huevos revueltos, fiambres y queso, agua para el mate disponible todo el día también... La galería de ingreso tal como recordaba que era: con sillones y mesitas, lindísima para tomar unos mates. Lo que en otros hoteles es un lobby, en el Hotel Milano es el living de tu casa, con sillones cómodos, TV, algunos libros para que elijas, un lugar cálido y bello. No usamos la piscina porque nos gusta más la playa, pero vi que otros huéspedes la disfrutaban. Nuestra habitación en PB tenía balconcito con mesa y dos sillas, y veíamos la piscina y el mar, cerquita. La ubicación del hotel es excelente. Las señoras de la limpieza son muy amables. Y dejé para lo último la mejor imagen: Victoria, Pedro y Lucas en la recepción. Los dueños han elegido MUY BIEN a su personal. Son tan bien dispuestos, tan educados y agradables, tan comprensivos si uno tiene alguna dificultad, que volví a sentir que estaba como en casa, igual que hace tantos años cuando iba y me quedaba allí (lamenté mucho lo de Maribel, tan amorosa, QEPD). Si tus expectativas al alojarte en un hotel son las de sentirte como en tu casa y sin complicaciones, esta es la mejor elección.
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