Hotel Asador Albenzaire

Hemos estado una noche en el hotel. Fuimos allí porque aceptan mascotas y siempre viajamos con nuestro perro. A primera vista nos gustó mucho. La habitación con camas cómodas, pero no había agua caliente en la ducha, se lo comenté en recepción pero no hicieron nada. En cuanto a la cena, dió la casualidad que tenían una comida de familia, con gente que trabaja en el hotel, por lo que la música estaba fuerte, y quitando la camarera, el resto de personas que estaban atendiendo en el bar-restaurante estaban más pendientes de las personas de la fiesta que de los clientes; tardaron en servirnos, cuando lo hicieron, el servicio en mesa también tardó y la carne dura y pasada de hecha. Espero que fuera porque coincidió con una comida familiar, pero... hay más hoteles en esa zona, no volveré a repetir.

Su trabajador jorge de turno de mañana es un maleducado falta el respeto a las personas,por solo aver pedido un simple cafe con leche me parece muy fuerte que me llame gilipollas la pura verdad y escribo esto aki para que estos casos no vuelva a ocurrir y el jefe o encargado del hotel asador ALBENZAIRE le de un escarmiento porque vaya forma de tratar a las personas

Comimos de menu y todo espectacular. El pollo al carbon muy bueno y cantidades grandes. La ensalada y el salmorejo tambien muy bueno. Acompañado de patatas a la pobre exquisitas. Recomendable 100%. Servicio tambien muy bueno y rapido. Parada obligatoria para comer o cenar, sitio muy acogedor

Buenas a todos hemos comido en el restaurante varias veces pero la ultima vez fatal comida llegó fría después de casi 1 hora la chuletitas de cordero malas por que seguro eran de oveja no cordero tenia mucho olor de oveja las patatas frias y el pollo bien pero igual frio y patata fria

Lamentable atencion, no se si por falta de personal o por mala educación y profesionalidad. Entras en un restaurante a comer y parece que no eres bienvenido. 90 minutos para 3 menús. Los primeros no llegan a la vez y los segundos pidiendolos a mano alzada, lamentable.

Pension de famille sympathique disposant d'un restaurant, d'un bar et d'un parking gratuit. Les chambres sont spacieuses. Les repas sont simples et bons, tout comme le petit-déjeuner. Situé à proximité de l'autoroute mais peu d'impact sonore.