Hostal Triwe

Nos quedamos una noche y al día siguiente desayunamos en la cafetería, sobre estos: - Alojamiento: La pieza estaba limpia y cómoda, pero chica, especialmente el baño que con la inclinación del techo se achicaba aún mas. Se agradece que tenga estacionamiento para dejar el auto en la noche. El único “pero” era que se veía poca gente, entonces para hacer el check in, preguntar unas dudas, y sacar el auto para poder irnos teníamos que esperar a que pasara alguien que nos ayudara. - Desayuno: El desayuno era rico y tenía variedad de postres, buen pan y cosas para echarle. El problema era que no estaba claro que cosas estaban incluidas y cuales no. Había postres que estaban en la vitrina separados y quien atendía no te lo ofrecía como desayuno, mientras que otros si te los daban como opción, dando la impresión de que los separados se pagaban aparte, pero luego veías que a otros huéspedes si se los ofrecían como parte del desayuno del alojamiento. Lo mismo pasaba con el café de grano, al llegar al desayuno te ofrecen solo café instantáneo y té, sin embargo, al rato a otros huéspedes les llevaron café preparado en máquina de espresso. Cuando preguntamos nos dicen que era culpa nuestra por no pedirlo.

Fuimos en familia a tomar once, nos dieron un té barato, un kuchen y un pie de limón hechos con la misma masa migosa; el helado impresionaba casero, y de muy mal sabor. Impresiona que la gente que atiende es poco prolija con su vestimenta. Impresiona un local pequeño, con poca opciones de mejorar, y más encima al momento de pagar el dueño se molesta con la Srta que nos tomó el pedido, sacándole de las manos la comanda. Mi marido terminó en el hospital esa noche producto del malestar estomacal, y mi abuela no quiere salir más a comer a Pto Octay