Hotel Rural Casa Peleyón

The hotel is housed in a beautiful centuries’ old building that is lovingly maintained by its owner. The “common room” where guests may mingle and relax has splendid old curving wooden beams, rising to a high ceiling, comfortable armchairs and atmosphere appropriate to a stately home. The lady owner greets guests with an enthusiastic explanation of the history of the house, which makes one feel like a private visitor to the property of a distant relation. The upstairs rooms have a small terrace with charming views over the grass and treed area in front of the house. There is ample parking under a sun shade. Breakfast is copious and varied. The Albergue del Camino Norte, a five minute walk away, serves evening meals, at least at weekends. Food is simple but genuine Spanish, as is the atmosphere, with young parents sat in a group at a long table, loudly enjoying themselves, while their also young children play games or sit in a little group under the ping pong table. Sometimes simple pleasures are the most enjoyable. On the 29th of June, San Pedro, the nearby village has its annual patron saint feast. This event produces considerable noise until 2 in the morning, when volume is reduced. However, it was still ongoing at 5am, albeit at a lesser volume. I would imagine that for the rest of the year Casa Peleyon is fairly quiet, apart from the squeaky wooden floors! A beautiful small hotel well worth visiting, nonetheless!

Lovely stay over the week and. Wonderful nature with outstanding beaches. Reminded us to the Australia's 12 apostles drive. The stau was perfectly complemented by the stay at this small but cosy place. Highly recommended. And for food lovers the area is a paradise. Ths charming couple running the place deserve also a special mention. We will return, no doubt

Hotel rural ubicado en un enclave excepcional, rodeado de "verde", de vegetación muy cuidada. El hotel está cuidado al mínimo detalle, de ello se encarga ÁNGELES. Habitaciones cómodas y decoradas con gusto, al igual que las zonas comunes. Tranquilidad, desconexion en el campo y una temperatura muy agradable (lejana de las denominadas "olas de calor", aquí eso se olvida). La responsable del hotel, te recomienda todo lo que puedes ver, y al detalle. Limpieza total, camas cómodas (aunque falla algo las "almohadas" muy bajas y blandas, aunque con unos cojines auxiliares se consigue un cierto equilibrio). Los desayunos espectaculares, productos caseros realizados por la propia Ángeles (tartas varias, croasans deliciosos y de los que aprendió a hacer en París) además de otros de km0, zumo de naranja natural. La playa más cercana (poco más de 2 kms) es la de PENARRONDA, está muy bien diseñada, ubicada, es amplia, arena blanca fina y en un entorno natural. Cuenta con servicios varios tales como restauración, duchas y aseos cubiertos, zona de parking, merenderos con sombras bajo los árboles, protección civil y camping (ideal también para surfistas).

El Hotel es fantástico realmente te hace sentirte como en casa, pero en la casa que te gustaría tener Belen no puede ser una mejor anfitriona . La habitación, el cuarto de baño, el salón y un desayuno casero pero excelente todo hecho en la casa hizo que fuera realmente todo increíblemente fantástico

Excelente ubicación con rápido acceso a la autovía, con zonas turísticas cerca y en un sitio muy tranquilo. La casa y la habitación en un estilo rústico ideal, muy cómoda, acogedora, perfecta para un buen descanso. Ángeles realiza una máster class de cómo ser una anfitriona excelente, no os vayáis sin probar sus exquisitos croissant

Buen lugar atendido por su propietaria una casa divina en medio de la campiña asturiana. El desayuno preparado por ella misma espectacular, recomendó ampliamente visitar su casa , podrías pasar un finde maravilloso , calidad precio Perfecto