Utente ospite
11 aprile 2022
Estuvimos 1 semana en esta posada, recomendada por una amiga donde paramos en Salvador. Fuimos con mi mujer y mis dos hijas adolescentes. La habitación bien, cómoda, camas cómodas, heladerita, aire acondicionado, baño hermoso, balcón con cama paraguaya, vista lateral al mar. Andrea la dueña una divina. Las chicas de la recepción Florencia y las brasileras, divinas, y el muchacho un capo, perdón, me olvido los nombres). Tema mar, aún no me convencen las piscinas naturales, no las entiendo, nos pasaron horarios de las mareas, pero aún así, faltaba volumen en el mar que lo encontramos en Gamboa. Está frente a la 3ra playa, a metros de la segunda (la más popular), nos encantó la 4ta. con no mucho volumen en el mar, pero se ve que es lo que hay. El centro precioso, muchos lugares para comer y comprar cosas interesantes, aunque para nosotros los argentinos, todo muy caro. Resomendable esta posada, quizás más adelante le demos otra oprtunidad a este Morro de San Pablo. Capítulo aparte el llegar en catamarán (2 horitas) y el regreso (similar pero contramarea, movidito movidito).
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