Utente ospite
13 settembre 2024
Alondra es un lugar totalmente renovado con muy buen gusto en los detalles, la fachada no hace un poco escondido, pero por dentro es una maravilla. Aunque está un poco alejado del primer cuadro del centro histórico. Tiene pocos cuartos y comparte con un restaurante que es el de mas movimiento, el aislante de ruido no funciona del todo bien, sobre todo en las noches, aunque el personal fue amable al llegar, después fuimos indiferentes. Y lo peor de todo, para la tarifa que cobran, no cuentan con estacionamiento. El restaurante es un poco caro pero muy rico, los postres son muy simples para tan bonito lugar.
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