Madre47
13 ottobre 2022
Fuera de la temporada turística elegimos Monte Real como base para conocer el centro de Portugal. El Hotel se sitúa en una conocida zona de baños y termas, de las que no puedo informar. La playa más cercana es la de Vieira a tan solo 15 minutos en coche. Es la clásica playa portuguesa del atlántico, barrida por el viento y con nieblas ocasionales. Arena dorada, aguas claras y servicios suficientes: socorristas, restaurantes, hamacas… El Hotel no es llamativo en su exterior, pero es impecable en su interior; se gana suficientemente las 3 estrellas. Desayunos de bufet, nada estridentes, con los necesario para desayunar bien, tanto el dulce como salado y con un café excelente. Las habitaciones son de tamaño medio, limpias, bien cuidadas, con cuarto de baño grande y completo. El Hotel cuenta por las noches con actuaciones ligeras, aunque el servicio de bar es muy justo; sería por el fin de temporada, pero estaban escasos de todo. Fué la única nota negativa. Personal atento, eficaz y muy amable, dispuesto a suplir cualquier carencia o petición de los huéspedes. Solo probamos una cena de buffet y cuenta con la calidad suficiente, tanto en variedad, como en precio y calidad. Dispone de piscina climatizada, pero nosotros no la probamos. En verano el fuscurit (cortinas para la luz solar) pueden ser que no oscurezcan la habitación suficientemente. Una buena elección para el disfrute termal o el verano.
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