Hotel Pino Alto

Zona muy tranquila y instalaciones muy bonitas muy recomendable

Ya terminado mi viaje quiero dar mi opinión, yo tenia la reserva en el hotel 4R meridia mar, al final no pudo ser por un error del sistema y me ofrecieron otro hotel que se supone que era de categoría superior y me pasaron de un hotel de 3 estrellas a uno de 4 estrellas, pues bueno… esta a años luz de ser 4 estrellas, yo creo que no le doy ni dos, el hotel está todo viejísimo, te sientas en el sofá de la habitación y sale muchísimo polvo, en la bañera, están todas las juntas negras de moho de lo viejo que es, el suelo de la bañera manchado, las toallas con manchas que no se van, después está el tema de la comida, los desayunos bien, un poco escasos pero bien pero las cenas fatal, súper pocas cosas y malísima pinta, el personal del hotel cordial pero a lo referente a las instalaciones y la comida fatal, jamas volveré a ir. Con respecto a lo del cambio de hotel ha sido una decepción muy grande y sobretodo porque lo que tenia primero contratado se veía muchísimo mejor que a lo que me cambiaron.

He estado en muchos hoteles y sin duda alguna este es el peor, si tenéis la oportunidad, no vengáis y haced caso a las reseñas. Empezaré por las tres y únicas cosas buenas que tiene el hotel que son, el aire acondicionado, los jabones para ducharse y la ubicación, ya que es una zona muy tranquila. Por lo demás, el hotel es un desastre, si quieres hacer un viaje al pasado este hotel es para ti. La estética del hotel es de los años 70 tranquilamente, desde entonces no se ha hecho una remodelación en ninguna zona. La moqueta de los pasillos es asquerosa, como la toques con un pie, acabas en urgencias. La limpieza de las habitaciones es escasa, al lado de una cama habia una uña postiza que estuvo con nosotros los 6 días de hotel. El buffet es escaso y con poca variedad, no hay maitre en el comedor, por lo que, hay días que te piden la habitación y días que no, al igual que te llaman desde el fondo del comedor como si fuesemos animales para que pases y te sientes en alguna mesa, si es que hay, claro. Se quedan sin vajilla casi siempre, y no suelen estar por la labor de reponer nada. La plancha del comedor parece de una casita de muñecas, es enana y eso hace que se tarde más en hacer la comida, formando colas increíbles. Las piscinas ni tan mal, la pequeña muy bien aunque la grande es bastante pequeñita para la cantidad de huéspedes que hay y como entren 15 personas ya hay que estar apretujados. La animación nocturna es de lo más pésimo que he visto, hay días que traen a una “cantante” y días que la única animación es poner música de youtube con anuncios incluidos. La animación de día también brilla por su ausencia, ya que lo máximo es poner a los niños a jugar con la pelota en el agua y el que hace aquagym no puede tener menos ganas de trabajar. El bar de la piscina, otro desastre, nunca tienen cambio, lo que pidas no lo tendrán nunca y tendrás que esperar de 30 minutos a 1 hora a que te lo hagan y lo peor de todo es que no saben los precios de nada y te preguntan a ti, que es lo que pagas habitualmente por unas patatas fritas, una vergüenza tener que preguntarle eso a un huésped. El bar interior es otro desastre más, si quieres un granizado el único camarero que hay te dirá que si quieres uno te tendrás que esperar porque el granizado va a tardar en salir de la máquina. El personal, salvo las de recepción que son muy amables y serviciales, deja mucho que desear. Los de mantenimiento, en vez de trabajar se pasean de un lado a otro toda la mañana, hablando con todo cristo, sin mencionar que el primer día que llegamos vimos a uno de mantenimiento con el bañador puesto y sus gafas de sol, sentado en un banco de la piscina como si fuese un huésped más, en que hotel se ha visto eso? Por último la instalación eléctrica del hotel está que da pena verla, en vez de enchufes hay ladrones. Y por cierto, no busquéis la sauna ni el jacuzzi, porque ninguno de los dos funciona y nadie piensa arreglarlo, aunque el de mantenimiento podría dedicarse a hacerlo en vez de