Hotel in zona Punta Cabo Blanco, Margarita Island

Por donde empezar… desde la llegada el personal de recepción no es para nada alegre, receptivo o agradable. Muy pocas personas en el hotel realmente te hacen sentir bienvenido y a gusto. De 5 personas que pasas para llegar a tu habitación quizás uno o dos te dicen los buenos días o algún saludo. La habitación está completamente llena de humedad ya que no tiene aire integral ni ventanas, no circula el aire y aparte tiene un olor desagradable gracias al sistema deficiente de cañerías en el que cada vez que usas el baño tienes toda la habitación con un olor insoportable. Nos quejamos y por supuesto que no hicieron nada al respecto. El agua del baño es prácticamente agua de mar, en exceso de salada. Tuvimos que pedir una nevera ejecutiva porque aparentemente no es normal tenerlo en las habitaciones y fue lo único por lo que respondieron. De resto, de todas las solicitudes que hacía para la habitación nunca dieron respuesta (hielo, gorro de baño, otros) El desayuno es súper deficiente, a parte de ser el peor café que me tomé en mi vida (que no pago un hotel 5 estrellas para un servicio deficiente que disfruto mucho más en mi casa) en dos ocasiones me llegó con pelos. Encima tengo que traer mi propia Splenda porque se la pasan escondiendola en vez de sumarlo como parte del servicio. Y si quieres un café decente te lo cobran aparte. La comida pareciera que tuviesen una semana recalentadola, todo seco y tieso. Aparte que la variedad es realmente limitada. Los mesoneros están pendiente de chismear acerca de los huéspedes en lugar de brindar una buena atención. El wifi prácticamente no existe. El TV de la habitación es mínimo. No hay nadie del personal que hable inglés. El área de la piscina es completamente muerta, no te provoca realmente estar allí. En mi estadía de 1 semana no estuve ahí ni una sola vez. No es un hotel donde te sientes en vacaciones o te invita a relajarte y disfrutar. No es un hotel que merece tener 5 estrellas. Terrible experiencia. De no ser por la ubicación o el hecho de tener la playa al frente realmente no hay nada que rescatar.