Utente ospite
21 agosto 2023
La habitación es perfecta, en plena Gran Vía Madrileña. Nosotras elegimos la habitación doble deluxe y nos quedamos gratamente sorprendidas con ella ya que no es un hotel, es un hostal. La habitación está bien equipada con un burro con dos cajones para dejar la ropa, televisión, un escritorio con su silla, secador y lo más importante, aire acondicionado para combatir los 40 grados de Madrid en agosto. Además nos tocó una habitación exterior con una pequeña “galería” por la que entraba muchísima luz. Es un smart hostal por lo que no hay personal físico y todas las gestiones se hacen por el móvil, muy cómodo. Coincidimos un par de veces con las chicas que se encargaban de la limpieza fueron y súper agradables y simpáticas. Como puntos negativos sólo puedo decir que en nuestra habitación (no se si es algo de todas las habitaciones) el pestillo interior no funcionaba por lo que no podíamos cerrar la habitación por dentro pero es verdad que el edificio tiene portero que te pide las llaves virtuales cuando entras de noche, cosa que aporta seguridad. Por otro lado me hubiera gustado que tuviera una pequeña nevera por lo menos para mantener el agua fría en verano pero es entendible que no tenga ya que es un hostal, no un hotel. En caso de volver a Madrid repetiremos seguro!
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