Posada del Castaño

No hay x dnd empezar, xq todo es cutre, viejo, sucio, la ropa de cama rápida, vieja, mal lavada, la ducha, sucia, buenísimo todo, no se molestan ni en hacer la habitación ni limpiar, lo único que se salva es el desayuno, aunque la perra pulula x el comedor constantemente..Xq era tarde para cambiar planes..Pero daban ganas de marchar..

La cama muy cómoda. Es una casa auténtica de pueblo, no es un hotel pero tampoco es lo que yo buscaba. Es muy familiar, habitación muy limpia y mucho silencio. Es una casa con personalidad, con un salón en segunda planta que me fascinó. Repetiría sin duda, desprende paz.

Una experiencia espectacular,me encantó el alojamiento, Sacha una magnífica anfitriona y un desayuno buenísimo. Me enamoré de sus senderos, el pueblo muy tranquilo y ..que tuvieran animales me gustó muchísimo.

Sinceramente, cualquiera que vaya a hospedarse a lo que es, en esencia, una casa de pueblo antigua rehabilitada, en medio de la sierra, rodeada de vegetación por todas partes y con la mayoría de elementos originales, y encima se le ocurra quejarse porque ha visto un bicho en el baño, una telaraña en el techo o una esquinita no estaba como los chorros del oro, no se en qué clase de mundo vive. Me parece que las críticas negativas en general (aparte de algunos casos aislados muy concretos que igualmente tendrán su explicación) pertenecen a personas o que bien no sabían donde iban o que directamente son de los que les gusta establecer expectativas no razonables para luego poder quejarse. Que si, que hay sitios por ahí que tienen “pinta” de clásicos e imitan la arquitectura típica de pueblo con todas las comodidades modernas, pero esto es lo más parecido que he visitado a cuando iba de pequeño a la casa de la sierra de la familia a pasar unos días. Craig y Sasha son encantadores, muy amables y siempre pendientes de cualquier cosa que puedas necesitar. Los baños estaban limpios, las camas cómodas y recién puestas. El sitio es súper agradable. No se qué más se puede pedir. Volveremos para otoño.