Utente ospite
26 giugno 2024
El hotel es pintoresco, se ven muy bonitos los árboles/plantas, la alberca y ese estilo cabaña. Personal amable. La alberca se ve mucho más grande que en lo que se ven las fotos. Por casi 2 mil pesos la noche, el olor a orín de gato en áreas comunes es inverosímil, además de que en 2 ocasiones los vi cazar una lagartija y un pájaro (matar fauna silvestre es la razón por la que no se recomienda tener gatos libres) Mi hermana les tiene pavor a las lagartijas y pidió que la sacaran de su habitación y el personal la mató :(. Las almohadas y el colchón de pésima calidad y las cortinas tienen agujeros por lo que a las 5:30 am entraba la luz. En varias ocasiones se apagaban el agua caliente y no hay cortina por lo que el baño se encharcaba y te cobraban 30 pesos por toalla extra que era la única forma de medio mantener esto. Tenían un letrero de que no podíamos meter alcohol por lo cual seguimos las reglas pero otros inquilinos lo hacían (no soy policía para acusarlos), ahora en la playa no entiendo cuál es el problema de no poderse tomar una cerveza, sobre todo porque los locales suelen cerrar en temporada baja como fue nuestro caso. Cosas buenas: el aire acondicionado súper efectivo, la presión del agua, venden buen café. En resumen tienen una amplia ventana de oportunidad para mejorar
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