Utente ospite
10 dicembre 2024
Esta valoración no va con la persona de recepción ni la responsable de servicios, que han sido muy amables y hacen lo que pueden con lo que tienen, si no que va dirigida directamente al dueño de esta posada. Que te cobren 120 euros por habitación es un abuso, nada acorde al pobre servicio y a las habitaciones que se ofrecen. Ropa de cama y toallas viejas y trilladas. Baño sin ningún detalle, ni un vaso para los cepillos de dientes. La TV funcionaba a ratos. El desayuno … bollería industrial, embutido también escaso, mermelada envasada, es una pena con todos los productos de calidad que se tienen en la zona, no se adaptan a los 120 euros pagados, horario era de 8 a 10, pero a las 8:45, ya no quedaba de según de que, la persona encargada no daba abasto en atender a todos. Lo que tiene más difícil arreglo, y aquí el tema es mucho más serio, en nuestra habitación, la 201, el baño es un peligro, ya que la ducha es un invento que han hecho, sin plato de ducha, es el mismo suelo de todo el baño, una mampara que tampoco entiendo la manera que la han colocado, ya que deja abierta la parte frontal, además de lo incómodo que es por pequeño, cuando te duchas se inunda todo el baño, sí que hay suelo de resina, pero yo resbalé dos veces, encima no hay ningún agarre en la pared para los posibles resbalones, por lo que tuvimos que ir poniendo toallas en el suelo para no caernos. Estuvimos tres noches, las dos primeras las toallas mojadas que utilizamos para el suelo, las dejamos en el suelo del espacio de ducha para que las repusieran, la sorpresa es que cuando nos arreglaron la habitación no las cambiaron, si no que sucias las volvieron a dejar colgadas. Tuve que hablar con la persona encargada de la limpieza y explicarle, sí que se disculpó y entonces me las cambiaron. Pero de nuevo algo no acordé con el precio pagado. Y ya con todo, con la mala suerte de que justo debajo hay un bar de copas, y había ruido en la calle hasta las 2 de la madrugada. En fin, para no volver.
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