Komentu Maitea

In the hills not far from Bilbao, lies this delightful converted convent. We booked a double room which was a bit small but upgraded to the double superior which was much larger and had a nicer view - well worth the extra! The town of Gordexola is quiet and pleasant if unspectacular but nearby Balmaseda is a real treat on a sunny day featuring a beautiful square and little shopping streets reminiscent of earlier decades. Much has been written about dining at this hotel. We opted for the fixed Brasa (Charcoal) menu which we ate in the courtyard. Make sure you’re hungry as this is a six course menu and includes wine. Each course was a gourmet delight but save some room for the sliced entrecôte which is by far the best we have ever tasted and we would return to the hotel for this course alone. The following day we drove through magnificent slightly mountainous countryside to Pamplona- another treat if the weather is fine.

Desconocemos como puede ser el alojamiento No se ha pasa ni un día aunque sabiendo un poco la historia deben ser austeras (solamente pura sensación subjetiva juntas todos los datos que tenemos) Es un "señor edificio" muy difícil de encontrar otro igual En cuanto a restauración (comidas -la que hicimos-) excepcional en lo tocante a la atención y al menú Para repetir sin lugar a duda alguna

Es un hotel muy bonito,los espacios comunes son muy agradable,lástima que nosotros estuvimos tres noches,pero solo lo utilizamos para dormir,la próxima vez q vaya estaré todo el día en el hotel Las habitaciones demasiado sencillas y no me gustó q no hubiera frigorífico Sería ideal si contara con piscina

El hotel es un espacio ideal si buscas recogimiento, monte y paz. Hay mucha limpieza y buen servicio, si bien es verdad, q delegan en 1-2 personas el trabajo de recepción, soporte, atención de mesas en restaurante, etc y eso provoca cierto retraso. No veo bien que, no existiendo oferta en la zona para cenar, tengan menús tan copiosos y caros para una cena, además de un horario temprano.