Utente ospite
21 agosto 2023
Es el último hotel antes de llegar a los remontes de la estación de esquí de Ordino-Arcalís. Rodeado de naturaleza y arroyos, hacen que el lugar sea el adecuado para disfrutar de unos días de relax. Las habitaciones, aunque no son muy amplias, son más que suficientes para que una pareja se aloje con comodidad, disponen de caja de seguridad y acceso wifi a Internet con una buena señal y estable. Los baños son claros y todavía con bañera. Incluidas las habitaciones, todo el establecimiento está impecablemente limpio. El comedor a la hora de cenar sirven un menú más que correcto e incluso abundante, lo que a veces choca con quienes están poco acostumbrados a cenar con contundencia habitualmente. El desayuno bufé, es más que correcto y perfectamente mantenido en todo momento. Hay que mencionar el servicio que en todas las áreas es absolutamente eficiente y simpático. También disponen de un spa con masajes, más que recomendable, para liberar el estrés. Quizás deberían mejorar dos aspectos que de momento pueden ser poco importantes, pero que en el futuro se les puede complicar. El primero es el aparcamiento en frente del hotel, que cuando el establecimiento está lleno a veces puede resultar complicar dejar el coche por la noche. Y el segundo es que deben pensar que la descarbonización ya ha comenzado y cada vez habrá más coches híbridos o eléctricos que habrá que enchufar por la noche. Dicho esto, por lo demás, resulta un establecimiento más que recomendable para pasar unos días de relax lejos del mundanal ruido.
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