Utente ospite
11 novembre 2023
La empleada que nos recibió la noche del día 07/11/23, escaseaba de amabilidad y era bastante desagradable y borde su atención al cliente. Durante toda la estancia no nos sentimos cómodos en absoluto con su trato, ni con las instalaciones. Lo único bonito que tiene ese lugar es la entrada, que es acogedor. Pero el resto, horrible. El desayuno más pobre imposible para 3 personas, 4 lonchas contadas de jamón de paquete, al igual que las lonchas de queso, y puedes pedir unas tostadas, pero la empleada nada profesional, ni informarnos que podíamos pedir para desayunar, con cara de pocos amigos, nada pendiente de nosotros, nos daba apuro hasta pedirla algo. La habitación que nos proporcionaron, fue una de las habitaciones familiares de la planta baja, un olor putrefacto, el baño daba reparo hasta usarle, de lo mal cuidado y sucio que estaba, había hormigas. Geles, champús, unas ridículas unidades de mini botellas que no alcanzaban para nada. El aire acondicionado hacía un ruido brutal. Más antiguo todo imposible. Las camas estaban sostenidas por unas tablas de madera, cuyos bordes habían trozos de madera ladeándose, generando golpes en las piernas al pasar a la cama, dado que las camas estaban muy pegadas entre sí. Había un mueble de cocina que se encontraba en la habitación, no había ni lo más esencial, que son por lo menos cubiertos, no había NADA!. La habitación oscura y tenue. Para el dineral que nos cobraron por dos noches, rozaban los 200 € 3 personas, la experiencia fue nefasta y por supuesto no lo recomendamos en absoluto. Por educación y respeto, no dijimos absolutamente nada al respecto, pero evidentemente una reseña se lleva este Hostal, lo sentimos por los dueños porque seguro que son unos encantos y no están ni al tanto de lo que ocurre con el personal que tienen contratado, pero informarles que esa persona de empleada que tienen rubia, les lleva el negocio a la ruina. Decir que una tarde se encontraba una mujer morena, ( ella sí que desprendía simpatía y amabilidad nada que ver con esta personaje que nos tocó, pero por desgracia no la volvimos a ver más y tuvimos que seguir aguantando a la desagradable de la empleada rubia). El último día por la mañana, cuando ya nos marchábamos vino un Sr. que imagino que sería el dueño, y la verdad se le veía muy majo y agradable, únicamente nos despidió, junto con la ¨rubia desagradable ¨que en ese momento que casualidad que delante del Sr. quiso dar la impresión de simpática haciendo la actuación del día delante de él. Que pena, que habiendo tanta gente maja que necesita trabajar y tienen un excelente trato al cliente, existan seres de estas características no aprovechando la oportunidad laboral que les proporcionan. Para la próxima estancia, tenemos claro que en el HOSTAL RURAL LA FONDA DEL ROCIO, no volveremos JAMÁS.
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