Posada Las Mayas

Como siempre es un placer alojarse en la Posada Las Mayas. Todo con los detalles que nos gustan a los clientes. Pablo sabe conservar el estilo y buen hacer de la posada que hace que los clientes volvamos a repetir todos los años.

El local está bien situado. Limpio y muy decorado. Estilo antiguo. La habitación doble, pequeña, teniendo en cuenta el precio. Parte del mobiliario con múltiples huellas de quemaduras de cigarros. La actitud del señor que nos recibió, desconfiada. Pretendía que pagáramos por adelantado las 4 noches porque, según él, se hacía así en el ¡99%!! de los hoteles. Ante nuestra perplejidad (por supuesto, no es esa nuestra experiencia), cedió. Pero sin agrado. Viajamos con coche eléctrico y al reservar, nos aseguraron que podríamos cargar en un enchufe normal, porque no tenían cargador eléctrico en el local. Después nos informó que lo habían valorado, pero que costaba más de 10.000 euros y lo descartaron. Nos avisó que tendría coste. O sea, que no sería gratuito como en otros hoteles. Como no teníamos otra opción en el pueblo, tampoco preguntamos a qué precio pensaba cobrarnos el kilowatio/hora de carga. Nuestra sorpresa fue cuando en el momento de iniciar la recarga, nos informó que nos cobraría a 1 €/kw/hora (nos hizo el ¡favor! de descontarnos un 25%, pero luego nos cobró el IVA aparte). Para las personas que no estén familiarizadas, el precio del kw/hora en un cargador comercial ULTRARRÁPIDO (350kw/hora-empresa IONITY), que cargaría la batería completa de nuestro coche (50 kw) en 10 minutos, es de 0,8416€/kw cargado (IVA incluido), con todos los márgenes comerciales porque es su negocio. La carga en el hotel era tan lenta (en un enchufe ordinario de fuerza), que tras 14 horas (¡14 horas!) cargando, apenas cargó 20 kw (menos de la mitad de la batería). Y además, tuvimos que aparcar el coche encima de una acera y con el cable colgando desde una terraza de la posada en alto. Expuestos a ser multados o a cualquier acto de vandalismo, pues no tenían ninguna ubicación mejor. A nuestro entender, han abusado de nuestra situación de necesidad. Y aunque el coste total no suponga un quebranto económico, el hecho en sí, descalifica la honestidad del propietario que, no siendo realmente la carga eléctrica su negocio, nos cobró un precio abusivo, totalmente desproporcionado. No volveremos.