Hotel Arcos

Este fin de semana estuvimos mi mujer, mi hija y yo en Ciudad Rodrigo con ocasión de la celebración de la VII Conjura de Ciudad y la elección del Hotel Arcos Catedral fue todo un acierto. El personal de recepción, del comedor y de limpieza de primera: todo profesionalidad, amabilidad y simpatía. Y la habitación perfecta. Nosotros ocupamos la triple confort (con dos habitaciones separadas) y nos encantó. Todo limpio y decorado con un gusto magnífico. Las camas comodísimas y el baño amplio y también muy cómodo. Y la habitación hasta una cafetera Dolce Gusto con unas cápsulas de cortesía tenía. Todo un detalle. El hotel está muy bien situado en una zona de fácil acceso dentro del recinto histórico de la ciudad y tienen parking propio al que se accede por la parte de atrás del hotel con ascensor directo a la recepción y las habitaciones. El desayuno de 10: el zumo de naranja es natural y el café de primera. Los huevos revueltos con farinato estaban riquísimos, lo mismo que los embutidos. Y los donuts y las tartas caseras extraordinarias (todas estaban buenas pero la de yogurt y queso para chuparse los dedos). Y muchas más cosas también todas buenísimas. Y tienen una sección con productos específicos para personas con intolerancias alimentarias. Y todo con una magnífica relación calidad-precio. Nosotros, sin duda, volveremos. Muchas gracias por todo y hasta la próxima.

Aunque siempre creímos que la perfección era imposible de alcanzar, Beatriz y su equipo lo han conseguido en el Hotel Arcos Catedral. Estuvimos ahí un matrimonio amigo, mi mujer y yo a principios de Octubre con ocasión de la celebración de la Conjura de Ciudad Rodrigo y la elección no pudo ser mejor. Ya entrar en el Hotel y ver todo decorado para la ocasión fue como dejar atrás todas las preocupaciones del día a día y desplazarse en el tiempo a la Edad Media. El personal de recepción, del comedor y de limpieza nos atendió siempre con gran profesionalidad, amabilidad y simpatía. Y la habitación perfecta. Estaba situada en la primera planta y daba a la calle. Levantarse, asomarse al balcón y ver a la izquierda la Catedral de Ciudad Rodrigo y en frente la Iglesia de los Cerralbo, en esa maravilla que en si es Ciudad Rodrigo, es algo inenarrable. Todo limpio y decorado con un gusto magnífico. Nos encantó particularmente el encontrarnos en la habitación una cafetera Dolce Gusto con unas cápsulas de cortesía. Todo un detalle. El hotel está en una zona de fácil acceso dentro del recinto histórico de la ciudad y, muy de agradecer si se va en coche, tienen parking propio al que se accede por la parte de atrás del hotel. El desayuno merece mención aparte: el zumo de naranja es natural y el café de primera. Los huevos revueltos con farinato estaban riquísimos, lo mismo que los embutidos. Y ¿qué decir de los dulces? donuts y tartas caseras (todas estaban buenas pero la de yogurt y manzana para chuparse los dedos). Y muchas más cosas también todas buenísimas. Y tienen una sección con productos específicos para personas con intolerancias alimentarias. Muchas gracias al personal de cocina que siempre son los injustamente olvidados porque, aunque disfrutamos con su trabajo, nunca los vemos. Y todo con una magnífica relación calidad-precio. Tan maravillosa ha sido la experiencia que nuestros amigos y nosotros ya hemos quedado para volver el año próximo. Sois unos anfitriones de 10 sobre 10 Personal así hace más por una empresa que la más costosa de las campañas publicitarias. Muchas gracias Beatriz. Muchas gracias a todos. Y hasta la próxima.

Hôtel très bien situé dans le centre de la vielle ville, idéal pour randonneurs mini parking privé et fermé à 10€ mais attention pour y accéder , il faut manoeuvrer !!! Le restaurant est seulement pour les groupes m'a t-on répondu La WIFI est défectueuse , les senoritas à l'accueil sont très accueillantes