Hotel Pelayo

Lo que más me gustó sin duda alguna es su ubicación, está a muy pocos metros del puente romano, de la playeta del rio Jucar. El parking del pueblo está a muy pocos metros. Todos los restaurantes también están a menos de 100 metros

Hotel lamentable. Instalaciones inaceptables en mal estado. Baño para reformar, suciedad varia a parte de acumulada de los años, insonoridad nula, se estaban duchando en la habitación de al lado y se escuchaba perfectamente e incluso conversaciones claras( aseguró que mis vecinos eran gente tranquila). Ibamos con un bebe, avisamos al hotel repetidamente, pues no funcionaba l’ascensor, no hay rampa para entrar al hotel. Recepción con poca atención en cuanto horario.Desayuno en otras instalaciones sin derecho a elegir, como si fueran restos. Una tostada con un hierro, 1 loncha de queso de barra y no entera. Mi pareja y yo no repetiríamos ni gratis. Decidimos salir de casa con el bebe y nos encontramos con este desastre… a resumidas cuentas ganar dinero sin esfuerzo asi sabemos todos.

Muy mala organización, no hablan entre ellos ,hacen reservas para excursiones a la bodega y después te cancelan sin avisar y te enteras después de esperar allí 1h,, y el dinero no te lo devuelven! LA BODEGA UNA MARAVILLA!👌👌

El sitio es estupendo, la camarera muy amable y la comida del restaurante muy buena, la habitación limpia y acogedora, y la ubicación estupenda, el pueblo tiene lugares estupendos para hacer turismo y muchas actividades

la hemos pasado muy bien, el lugar tiene estupenda ubicacion, el pueblo ideal para hacer turismo, la comida deliciosa y con buena presentación todo ha sido super guay, majisimos los camareros y el personal de recepcion

Junto a mi marido estuvimos 4 días, nada mas llegar bajo la cama había un envoltorio de papel albal con restos de comida, el baño MUY pequeño además de necesitar mantenimiento, tapa wc rota y excesivo ruido del extractor de olores sin poder apagarlo. La luz del balcón imposible apagarla con el interruptor roto. El armario minúsculo, quien vaya en invierno no sé donde meterá la ropa si equivale a una cómoda pequeña. La habitación en sí demasiado pequeña y agobiante, sin mini bar donde poner una simple botella de agua, ni teléfono para llamar a recepción. Nos llamó muchísimo la atención que a pesar de coger habitación con desayuno nos tuviésemos que ir a otro hostal en la calle de atrás donde ya te ponían el plato preparado con lo que entraba sin poder elegir más allá del tipo de café que querías o zumo embotellado. Para más detalle, en recepción no suele haber nadie por lo que para dejar la habitación echamos las llaves en una especie de buzón en la entrada. Me sorprende que un lugar que vive únicamente del turismo no cuide todos esos detalles... Para no repetir!!!