Utente ospite
18 giugno 2023
Están ubicados en un lugar de en sueño y se nota que en su día pusieron mucho cariño y atención al detalle. Sin embargo, ahora es un hotel que está dejado: - En el restaurante los manteles agujereados o cubiertos en mal estado. La mayoría de las copas estaban sucias o con marcas. - Los ventanales estaban sucios, no solo por la lluvias de estos días, sino que se nota dejadez. - El spa tenía las tumbonas llenas de óxido, estaba sucio, las rejillas rotas y con óxido, las duchas de sensaciones llenas de cal, baño de vapor estropeado, la sauna no funcionaba. - Los albornoces son ásperos y tienen marcas de lejía. Además, al ser un espacio limitado, cuando realizan bodas o eventos están en el mismo sitio que los huéspedes. Por tanto, si tienes intención de desconectar y te coincide una boda (como en nuestro caso) prepárate. Se escuchaba la música desde la habitación y el restaurante (eso si, a las 21h pararon la música). Además, no solo es la música sino lo que implica el barullo de personas festejando con alcohol de por medio. En nuestro caso tuvimos que vivir una pelea entre algún invitado y los dueños del hotel. Nada agradable! El hotel se hace llamar hotel gastronómico, pero la experiencia no lo vale. Buenas ideas, pero no comimos nada del otro mundo, sin duda nos sentimos un poco estafados con el precio ya que hemos ido a muchos restaurantes con calidad/precio mucho mejores. Por suerte el desayuno si que estuvo más que decente, muy bueno todo. A pesar de la seriedad y sequedad de la dueña, destacar el buen servicio del personal y la simpatía de la camarera italiana. También, al tener el spa coincidiendo con la hora de salida, nos han dejado alargar un poco el checkout para vestirnos en la habitación. En resumen, nos parece un precio desorbitado para la calidad que ofrecen a día de hoy. Una lastima porque fuimos con mucha ilusión y hemos salido decepcionados. Espero que empiecen a cuidar de nuevo un lugar tan mágico.
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