Utente ospite
25 marzo 2024
Hotel en la zona central de Bolonia. Es una construcción tradicional, un edificio histórico, que por fuera no aparenta ser un hotel, pero apenas uno cruza la puerta se encuentra con un lugar bastante moderno. Nuestra habitación se encontraba en una mansarda con living, kitchenette, jacuzzi en el dormitorio y baño con tina. El departamento es muy cómodo. El único reparo sería la ducha que se ubica en la tina y por la inclinación del techo se hace imposible ponerse de pie para duch****, además el agua salta fuera de la tina por lo que resulta poco práctico. Otra cosa más que habría que destacar es que el servicio de limpieza de la habitación vale 30 euros si la estadía es menor a una semana. Las ventanas son muy poco funcionales ya que al ser un ático reconvertido en habitación, estas están a nivel de suelo y son estrechas, imprácticas si se quiere tener vistas a algún lugar. Tiene lavadoras, secadoras y planchas de uso gratuito en el subsuelo. El jacuzzi es una adición impagable. Experiencia en general positiva.
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