Utente ospite
30 marzo 2025
El sitio, genial, a falta de aparcamiento (Parking privado no muy lejos). El edificio (sólo estuvimos en el Bar, Recepción y 1ª planta) muy bien cuidado y recuperado, muy limpio. Las habitaciones (al menos la nuestra), muy limpia y cuidada, la cama muy amplía y cómoda, pero creo que la insonorización es regular, se oía la gente que pasa por la calle y no hay opción de bajar o subir la calefacción, a menos que avises a recepción. Le faltan ganchos donde colgar los albornoces o las toallas (los amontonas sobre el lavabo o los dejas tirados sobre muebles o en el suelo). Si ofrece una bañera de hidromasaje, no estaría de más que, en la cestita de cortesía hubiera algo para disfrutarla (sales, algún aceite, bomba de burbujas...) así como utensilios para dos, si la habitación se reserva como doble; además, la manguera de la ducha es corta, o te duchas sentada o te duchas agachada/por partes. El desayuno (que es lo único que hemos probado) es escaso en cuanto a lo que tienes a tu alcance (minidonuts, cruasanes, manzanas y peras) el resto, tienes que andar pidiéndoselo a la camarera que te trae las tostadas ya hechas. Creo que cuesta poco tener un carrito o bandejas con más variedad, así como algún zumo natural. El servicio de recepción fue regular, porque no atendieron a las llamadas para regular la temperatura de la habitación, que estaba bastante alta y, a la hora de hacer el checkout, después de varias llamadas al timbre que hay y esperar más de media hora, tuvimos que dejar las tarjetas sobre la mesa del ordenador e irnos sin poder hablar con nadie, porque no acudieron a nuestras llamadas
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