Hotel Balneario de Alceda

Tiene una ubicación privilegiada en los valles pasiegos. Por tanto, rodeado de prados, montañas y valles. El personal es exquisito en el trato y las comidas son riquísimas, de elaboración casera, dos platos a elegir uno. Postres caseros en almuerzo seguro y en numerosas ocasiones en cena. Felicitar al cocinero pero las camareras son realmente amables y muy profesionales en su trato. En cuanto a las aguas del balneario son buenísimas para la piel, artritis y dolores varios como los que tengo. En definitiva, no tengo sino una crítica positiva para este hotel balneario, pero claro es muy subjetiva. Sólo decir que quien quiera un 5 estrellas que lo pague y disfrute.

Bien el entorno,aguas y personal..normal habitación y sabor cocina..FATAL los servicios del IMSERSO..."charca" de 9 m2 con 6 personas y cuatro chorros..con manguera yo me riego las piernas, sauna salchichera NO hay mantenimiento, no tenía soporte de la ducha, reclamé 4 veces, me fui sin colocar nada, 4 días tuve que esperar 23 minutos entre plato y plato...piscinas exteriores heladas...decepción total..

Decepcionante. La calefacción en la habitación no funcionaba y nos tuvieron que dejar un radiador, gracias al cual pudimos dormir y ducharnos calientes. La habitación no dispone de nevera y está vieja y con humedades. Las cortinas de la habitación no cierran bien, se quedan abiertas como un palmo, con lo cual te despiertas en cuanto amanece. Íbamos con un bebé y ni siquiera le pusieron toallas. Fuimos en régimen de media pensión y en el desayuno (que no es tipo bufet) no se puede repetir, y consiste en un zumo de brick, café, 2 lonchas de jamón serrano, una tostada y un sobao. Los platos de la cena son escasos y consistían en 1 primero (a elegir entre ensalada mixta o un puré) y un segundo, el peor día tuvimos que elegir entre un snaks o o o empanadillas de atún. Para el bebé no nos ofrecieron nada de comida, menos mal que llevábamos nosotros su propia comida, o le dábamos de nuestros platos, a pesar de la escasez. El balneario huele mucho a azufre, lo cual es bastante desagradable porque huele como a huevo podrido. El personal es muy amable, es lo único que ha salvado la situación. Hay escasez de personal, ya que la persona de recepción ayuda a dar los desayunos y cenas, haciendo un total de 2 personas en la zona de restaurante. No repetiría ni aunque me lo regalen.

Gonzalo Bermejo. Balneario maravilloso, personal muy profesional y familiar, estamos en familia de 7 personas y es un autentico placer estar en él. Buenas habitaciones, estamos en medio de un parque lleno de árboles y vegetación. Senderos y rio transcurriento con un cauce envidiable. Repetiremos.

El Hotel más pésimo que e visto en mi vida,comida nefasto, organización poco personal y mala, limpieza en las habitaciones poco y si tienes suerte te cambia las toallas cada tres días que no fue el caso,en fin una pesadilla en estas vacaciones

La experiencia, bastante deficiente, las habitaciones demasiado básicas, no tienen ni un espejo, la calefacción por suelo radiante, no calentaba lo más mínimo, y la comida muy basica y bastante escasa, las raciones muy justitas, muy poca variación, para ser un tres estrellas deja mucho que desear, no lo recomiendo en absoluto.